#9: ¿Puede una canción salvar tu vida?

Así iba a ser el título de Begin again.

Mark Ruffalo y Keira Knightley protagonizan esta comedia romántica musical que dirigió y escribió el irlandés John Carney.

¿Saben lo que son las comfort movies? ¿Tienen películas que les den felicidad o calidez? Ésta definitivamente es una de las mías.

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Begin Again es la segunda película de John Carney, producida luego de la exitosa bajo presupuesto y sorprendente Once. (Sí, también la recomendamos.)

Las películas de este Irlándes tienen una particularidad: el título de este artículo. Su cine habla de la música. El valor artístico de la música siempre está en diálogo lo cinematográfico. Una de sus referencias es la A star is born de Cukor, por ser una película en el que las canciones forman parte de la historia que está siendo contada; no son forzadas ni hacen avanzar necesariamente la narración.

Un productor musical de Nueva York perdido hace mucho tiempo encuentra a una cantante y compositora justo en el momento en que ha perdido toda esperanza.

Ella tocó una canción

Al pensar la película, hay un aspecto que la resume tanto en su técnica como en su narrativa: la economía del lenguaje cinematográfico.

Ya con el primer plano mostrando un actor de espaldas, su voz en off y a lo lejos una muchacha desgarbada, de ropa oscura y queriéndose hundir en su sillón dice mucho. Así presenta a Gretta: ella es invitada a subir al escenario y sabe que no va a salir bien.

Ya en la primera escena tenemos todo lo que necesitamos: ella es la protagonista, está pasando por un mal momento de su vida y la canción que canta habla de la soledad en la ciudad y un corazón roto. Claro que su actitud escénica no es la mejor; pero esos segundos son suficientes para quien está del otro lado. Cae rendido a sus pies como Dan (Mark Ruffalo), un productor musical desaliñado y también golpeado por la vida.

A Dan lo conocemos en los siguientes minutos de película en los que recorremos cómo fueron sus horas anteriores a ese encuentro. Y viajamos en el tiempo (por primera vez) para saber cómo llegó hasta ahí - y ya de paso, en esa economía del lenguaje cinematográfico, conocemos su biografía. Se plantea un nuevo punto de vista que termina en el encuentro de los dos.

Carney usa el salto temporal (flashbacks, principalmente) para construir dramáticamente esta historia. Y lo logra sin ayuda de artificios, simplemente con recursos cinematográficos: el montaje, el arte y los diálogos.

Tocó una canción

Esos saltos temporales están sostenidos desde los diferentes puntos de vista. A cada uno de los protagonistas, los conocemos a partir de lo que se cuenta de ellos en ese tiempo anterior al presente diegético. Con sus pasados que los marcaron y que los dejaron aptos para que se encuentren y su conexión sea casi mágica. (La química entre Knightley y Ruffalo es innegable. Estuvieron pasando tiempo juntos antes del rodaje para conocerse mejor y trabajar las improvisaciones de los diálogos.)

Al escuchar una canción, todos escuchamos algo diferente: ya sea porque escuchamos más la letra o la música, porque lo que escuchamos en la letra nos significa diferente, y/o porque nuestra biografía hace que determinada canción diga algo que quizá no le dice a otro.

Una de las hazañas de Begin again es haber encontrado recursos que logren transmitirle esto al espectador. Dan escucha en la canción de Gretta un potencial que nadie más puede escuchar. Y de eso se trata la música. (Insisto, Carney logra unir lo musical a lo cinematográfico de forma admirable.)

La música, para Carney, marca mojones en la vida. Las vidas de sus personajes están signadas por la composición de canciones: son las que unen, pero también las que separan; las que marcan inicios, y también finales; son las que marcan.

No por casualidad es Dan quien aparece, cuando ella dice que está sola. ¿Quién está solo? ¿Quiénes se encuentran? ¿Y gracias a qué?

A partir de ahí, la música es lo que los une y el punto de vista se convierte en uno: el de ambos.

Una de las secuencias más memorables de esta película es en la que ambos comparten sus listas personales de canciones sabiendo que esa elección dice mucho de ellos. (Convengamos que esa frase también es válida para la lista de películas.) Recorren la ciudad poniendo la lista como banda sonora. La intimidad de los dos y la complicidad se refuerzan a partir del contraste con la presencia de otros muchos en un boliche o en la inmensidad de una ciudad en la que sucede tanto... pero a la vez, están ellos dos, solos.

Y si el lenguaje de la música se comparte, todo es posible. Incluso grabar un disco por Nueva York, al aire libre, y con todo tipo de sonidos, contando voces de niños, invadiendo la grabación.

La Ciudad de Nueva York se convierte en el tercer protagonista. Desde el comienzo es parte dramática en la historia: acentúa las soledades, los protagonistas la recorren día y noche, y es parte del disco que graban. La magia sucede en esa ciudad; y como para no, considerando su historia. Dan, al proponer la grabación del disco por los diferentes espacios abiertos, habla de hacerle una "oda a la Ciudad, a esta locura, al caos fracturado de esta ciudad". La ciudad no es el único caos fracturado.

Es una ciudad de la que Carney se enamoró andando en bicicleta y quiso grabar su película.

Una canción

Hay muchas "una canción" en la película. Canciones que unen, pero también separan. Porque si no se habla el mismo lenguaje, los corazones se desarman. Y quizá es eso lo que hacía falta para avanzar y dejar ir; para salvarse.

Cada uno de los personajes termina encontrando su destino gracias a cada canción; y empieza de nuevo.

Es obvio decir que la banda sonora es clave en toda la película. Las diferentes canciones van construyendo otra capa dramática que suma información a la biografía de los personajes y contribuyen a la química y el vínculo entre nuestros protagonistas.

A lo largo de sus 105 minutos, John Carney logra sostener la economía de sus recursos, y se vale de aspectos puramente cinematográficos para construir este musical romántico de drama y comedia. Desde el comienzo al final - incluso en los créditos - está narrando.

John Carney acaba de presentar su última película: Flora and Son en el Festival de Sundance. En los próximos días estará en plataformas para ver.

Begin again es escrita y dirigida por John Carney y producida por Anthony Bregman. La adquirió The Weinstein Company para su distribución. Se estrenó en el Festival de Toronto de 2013. El pasado 7 de setiembre hicieron 10 años.

Es protagonizada por Keira Knightley, Mark Ruffalo, Adam Levine (Maroon 5) y Hailee Steinfeld.

En la película se mencionan varias películas. ¡Hicimos una lista en Letterboxd para que puedas ver si te perdiste alguna! Y también vas a encontrar la lista de esta novena edición.

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