Una fábula con sus propios códigos

Una fábula con sus propios códigos

Así define Paula Hernández a El viento que arrasa, su recientemente estrenada película que es una co-producción entre Uruguay y Argentina.

Hablamos con la directora argentina sobre esta adaptación cinematográfica de la novela homónima de Selva Almada que ha hecho un interesante recorrido en festivales.

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Sumida en un destino que no elige Leni acompaña a su padre, el Reverendo Pearson, en su misión evangélica. El auto se avería obligándolos a detenerse en el taller mecánico del Gringo, un hombre en las antípodas de la fe que vive junto a Tapioca, un adolescente bajo su tutela. Las horas se demoran bajo una tormenta que se avecina y el Reverendo se obsesiona con salvar el alma de Tapioca.

Paula Hernández (Los sonámbulos, Las siamesas) es guionista y directora argentina, probablemente una de las más importantes de estos tiempos, y ya cuenta con once títulos en los que está acreditada como tal. Su último largometraje, El viento que arrasa (2023) se filmó entre Uruguay y Argentina, con equipo de ambos países y, luego de un exitoso recorrido en festivales, este último mes llegó a salas de cine en el Río de la Plata.

No es la primera vez que dirige una adaptación, pero sí es la primera vez que es la productora, en este caso Cimarrón Cine, la que la convoca a ella a partir de la obtención de los derechos del libro. Para este caso, como en las otras adaptaciones trabajó junto a Leonel D'Agostino para escribirla; y en este proceso también estuvo involucrada la autora de la novela original, Selva Almada. Este proceso quedó documentado en la edición de un libro llamado Ruge el viento: el viaje que va de la novela de Selva Almada a la película de Paula Hernández sobre la adaptación, el proceso de guion y de producción.

A propósito del estreno, hablamos con Paula Hernández sobre su película.

Comenzamos hablando de la adaptación. Nos cuenta sobre su acercamiento a la novela. "Al leerla, rápidamente encontré en ese material temas que me interesan: las familias, la descendencia, el encierro espacial, la endogamia, la concentración de pocos personajes en un espacio. Pero también, se abría una puerta desconocida que era el mundo religioso y el mundo rural. Soy agnóstica y plenamente urbana. Y fue un trabajo interesante reflexionar sobre esas conductas ligadas a las nuevas creencias, pensar y a tratar de entender la fe como no la había concebido antes y sumergirme en estos territorios en donde la necesidad es fuerte y la ayuda a veces no llega.

Pensando en la adaptación, le surgió una primera pregunta sobre desde dónde contar la historia. "Cuando uno adapta un libro hay un montón de caminos posibles. Me gustaba lo que ocurría en el mundo familiar: no había otras mujeres más que una hija, no había madres, eran hijos criados por hombres. Me pareció interesante trabajar la mirada de una chica (que va haciéndose mujer) sobre el mundo que estaba transitando. Entonces la primera decisión fue que la película, que es una especie de fábula en donde se plantean ideas morales, se contara desde la perspectiva femenina, de Leni."

La novela tiene una particularidad, es fragmentada en el tiempo, pero ella quería contar "un relato en tiempo presente. Que fuera un viaje, y que en ese transitar de los personajes emergieran cuestiones del pasado, o bien por situaciones que cobraban otro sentido del libro original, o bien por vivencias que están inscriptas en la identidad de los personajes."

Define a la película como una fábula con sus propios códigos, en la que no se concreta dónde ni cuándo ocurre si bien hay algunas referencias de lugar - pueblos fronterizos -, y temporales - walkmans, los noventas. "Pero el relato no se condiciona ni a un tiempo ni a un espacio y juega permanentemente con esa ambigüedad, inclusive en el vincular que se presenta entre los personajes. La película funciona de forma totalmente universal."

En términos narrativos, la película es una road movie (película de carretera) en la que, así como su título anticipa, hay una tormenta a punto de suceder. "El movimiento permanente hace que la cabeza esté siempre ocupada en todo lo que acarrea ese mismo movimiento. El reverendo Pearson y Leni son personajes atareados, encerrados en su actividad diaria, que casi no tiene descanso."

El auto en el que se trasladan (en el que prácticamente viven) se queda, lo que los obliga a detenerse y "abre otra idea del encierro. Un encierro que habla del propio mundo en el que habitan como dúo. Esa detención permite que esos personajes se vean a sí mismos y a su vez, sean vistos por otros." Es entonces que se da el encuentro del Referendo Pearson (Alfredo Castro) y Leni (Almudena González) con los otros dos personajes: Gringo (Sergi López), un dueño de un taller mecánico, y Chango (Joaquín Acebo), un adolescente que está bajo su tutela. Dos universos diferentes que se cruzan. "Uno religioso, cargado de palabras y otro en las antípodas de la fe, en donde la palabra es prácticamente nula. Unos son pulcros y los otros son lo opuesto. Unos son físicos y los otros cerebrales. Unos son totalmente terrenales y los otros están marcados por el destino de Dios." Ese encuentro entre diferentes, "ese choque entre estas dos familias, habilita otros temas que salen a la luz justamente porque están detenidos, sin más nada que hacer que verse, escucharse, relacionarse."

Para la puesta en escena, Paula Hernández trabajó diferentes lenguajes cinematográficos. Se valió del uso de un formato que le permitiera dar cuenta de la inmensidad del espacio y de la escala de los personajes en cada cuadro; también usó, en algunos momentos, cámara en mano para los que hacía cambio a lentes específicos. Junto al Director de Fotografía, Iván Gierasinchuk, construyeron "un sentido sensorial que traspasa a los personajes. El calor, el encierro, la lluvia, la naturaleza calando en los cuerpos. Me gusta contar de esa forma."

Habla de su película como una de personajes inmersos en un paisaje. Trabaja espacios "en los que los personajes tengan que lidiar con él. Eso los pone en estado, los condiciona, los estimula, los limita, etc. Lo que uno ve en relación a esas atmosferas, tiene que ver con elecciones de encuadre y fotografía pero también con la elección de esas locaciones, con lo que diseñamos junto al director de arte, con el trabajo sutil y minucioso que tiene el maquillaje, el pelo y el vestuario. Es un pensamiento colectivo sobre este mundo rural, fronterizo, algo detenido en el tiempo, sin precisar la época." Además trabajó con dos referencias específicas: "la pintura religiosa (la luz brillante y clara entrando al cuadro, a la posición de cámara contrapicada, el tipo de exposición, etc.) y la referencia de lo diabólico, desprendidas de ciertas películas de género, en relación al tratamiento del color, al rojo principalmente".

Hernández encuentra puntos en común en su filmografía "en el trabajo sobre la familia, el encierro, los hijos creciendo al ritmo que marcan los adultos" pero también reconoce nuevos. "Cada película es una exploración sobre un mundo distinto que requiere de procesos de trabajo también diversos."

Finalmente, en sus palabras, "la película narra el encuentro de dos miradas sobre el mundo. En ese encuentro hay dos familias monoparentales, con dos hombres que crian a sus hijos en soledad, sin la presencia de las madres  (o más bien, con las huellas que ellas han dejado en los hijos). Son padres con peso, autoridad. Son incluso padres patrones de sus propios hijos. Hay amor pero también hay limitación en ese amor o en esas formas tan endogámicas de crianza. La película focaliza en los hijos, en su búsqueda, en la necesidad de encontrar quienes son ellos más allá de sus progenitores. El encuentro de esos mundos es entonces una posibilidad de detenerse, mirarse, espejarse e intentar forjar un propio destino."

El viento que arrasa se puede ver en salas de cine. Su impacto visual y sonoro es sumamente disfrutable en la sala a oscuras.

Te invitamos a hacer el ejercicio, una vez vista la película, de leer la novela. Y nos encontramos el 3 de junio de forma virtual para hablar de ambas obras de la mano del TBCineclub en un encuentro con la directora y el co-guionista. Hablaremos del proceso de producción y de adaptación. No olvides reservar tu lugar para participar.
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LA LISTA DE LA SEMANA

Una lista con algunas películas uruguayas y argentinas. ¿Querés agregar más? Podés hacerlo en la lista de comentarios.

Cine Uruguayo y argentino
Algunas películas recomendación para ver de Cine Uruguayo y Argentino a propósito del estreno de El viento que arrasa y la entrevista hecha a Paula Hernández

CANNES

Rotten Tomatoes hizo una lista a partir del puntaje de las películas que se exhibieron el Festival de cine de Cannes. ¿Querés ver cuáles están más arriba según la crítica internacional? Seguí el link:

Cannes Film Festival 2024: Movie Scorecard
See Tomatometer scores, including for Furiosa, Megalopolis, Kinds of Kindness and more.

Parece que no han querido mucho a Megalópolis.

Y hoy nos enteraremos de los premios de la Selección oficial del Festival. Quien ofició de Presidente de jurado este año fue Greta Gerwig.

ESTRENOS

Lanzaron el trailer Beetlejuice Beetlejuice, también dirigida por Tim Burton.

VIAJE EN EL TIEMPO

¿De qué películas te acordás de 1999? Rotten tomatoes está haciendo una batalla para ver cuál gana. ¿Querés chequearla?

Vote For the Best Movie of 1999 - Round 1
1999 was a banner year for culturally significant films, and we’ve gathered 64 of them to face off in the ultimate 25th anniversary showdown.

QUÉ VER

Algunas recomendaciones en cada plataforma:

Prime video: Memento, Cristopher Nolan, 2000

MAX: Dune Part Two, Denis Villeneuve, 2024

MUBI: Heathers, Michael Lehmann, 1989

Netflix: Close, Lukas Dhont, 2022


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